jueves, 28 de octubre de 2010

Michel de Montaigne



No morimos por estar enfermos, sino por estar vivos.

Existe más diferencia entre un hombre y otro hombre que entre dos animales de diferentes especies.

De buen grado vuelvo a esa idea de la inepcia de nuestra educación. Ha tenido como fin hacernos no buenos o sensatos, sino cultos: lo ha conseguido. No nos ha enseñado a perseguir y a abrazar la virtud y la prudencia, sino que nos ha grabado la derivación y la etimología. Nos esforzamos en llenar la memoria y dejamos vacío el entendimiento y la conciencia.

Resulta tentador citar a autores cuando expresan nuestras mismas ideas, pero con una claridad y penetración que no alcanzamos a imitar.

No hay tontería mayor y más común que amargarse por las tonterías del mundo.

Cien veces al día burlamos nuestros propios defectos censurándolos en los demás.

Todo es movimiento irregular y continuo, sin dirección y sin objeto.

El hombre es cosa pasmosamente vana, variable y ondeante.

Si el hombre fuera prudente atribuiría a cada cosa su valor verdadero según fuera más o menos útil y propia para su vida.

La sabiduría está en irse acostumbrando a no entender nada de lo que pasa y admitir sencillamente que no tiene explicación.

La costumbre borra el verdadero rostro de las cosas.

Michel de Montaigne, Ensayos

4 comentarios:

Marcos Callau dijo...

Muy interesante. De todas las afirmaciones me quedo con la última. Un abrazo, amigo.

Elvira dijo...

¡Qué buenas todas! Hoy me quedo con ésta: "Cien veces al día burlamos nuestros propios defectos censurándolos en los demás." A eso se le llama proyección en psicología. Es muy frecuente.

Besos

pepa mas gisbert dijo...

Es verdad, que cuando más vida acumulamos, más cerca estamos de la muerte.

Unknown dijo...

Saludos, me gustaria saber de que libro o ensayo fue extraida la siguiente frase:
"A veces hay más diferencias entre un hombre y otro hombre que entre un hombre y un animal"