
Lo peor es que te preguntas de dónde vas a sacar bastantes fuerzas la mañana siguiente para seguir haciendo lo que has hecho la víspera y desde hace ya tanto, de dónde vas a sacar fuerzas para ese trajinar absurdo, para esos mil proyectos que nunca salen bien, esos intentos por salir de la necesidad agobiante, intentos siempre abortados, y todo ello para acabar convenciéndote una vez más de que el destino es invencible, de que hay que volver a caer al pie de la muralla, todas las noches, con la angustia del día siguiente, cada vez más precario, más sórdido.
Louis-Ferdinaud Céline, Viaje al fin de la noche
8 comentarios:
En un bucle que nos roba el alma, esa que de niños nos iluminaba la mirada...
Ilusos felices, ilusos pero felices...
q buen blog
saludos desde chile.
hermosa novela, una de esas de las que no hay que alejarse demasiado...
saludos verdes!
Si vieras, amigo, cómo me identifico con este sentimiento que retrata Céline... La angustia del día siguiente, la sensación de absurdo que implica toda obra humans... Me congratulo de que un buen escritor, al menos en su obra, coincida tanto con lo que yo siento. Gracias por tu comentario cordial. También he visto tus dos blogs densos y potentes. Te seguiré.
Que buena novela! Me hizo pensar en unas líneas de Lorca (que Bukowski cita en algún poema): "Agonía, agonía, sueño, fermento y sueño. / Este es el mundo, amigo, agonía, agonía."
Saludos...
No había pasado todavía por aquí. Estupendo el reunir estas citas, como la sobrecogedora de Celine. Cuantas veces nos preguntamos ese absurdo vivir, yo mil veces.
por cierto, se me olvidaba, gracias por el ensayo. Lo tendré en cuenta, ahora me llevará un rato el de Klein, mi tiempo está milimetrado. Gracias guapo!
¡Hola!
Casualmente en estos momentos me estoy leyendo este libro por primera vez. Me sorprende hasta qué punto ha debido influir Celine en las obras de algunos de mis escritores de los últimos tiempos. No conocía la conexión.
Me ha costado entrar en la novela (o que la novela entrara en mí, vamos a ponernos egocéntricos) unas doscientas páginas.
Está claro que Celine nos cuenta que la vida apesta, pero no creo que eso sea lo importante (al fin y al cabo, cuando uno se para a pensar, por muy poco entrenado que esté, más de dos minutos seguidos, puede sacar el solito la misma conclusión) Lo que me llama la atención de esta novela, es el lenguaje que utiliza o, mejor dicho, el uso que hace de él. Era un afortunado, Celine. Fue capaz de hacer cómicas situaciones horribles sin por ello dejar de ser consciente de su naturaleza. Eso es exactamente lo que busco, en general, en "mis autores". Lucided.
Publicar un comentario